Mi libro en blanco
Mi rincón creativo.
domingo, 15 de octubre de 2023
Yin Yang en puntillismo.
Delfines y puntillismo
sábado, 22 de octubre de 2022
Sin ti
martes, 2 de noviembre de 2021
Cómo quiero que me recuerden
sábado, 6 de junio de 2020
Amor de Mickey Mouse
sábado, 16 de mayo de 2020
sábado, 25 de abril de 2020
Mandala flor de loto con Om
miércoles, 25 de septiembre de 2019
Entrevista por mi compañera de letras Manoli Vicente Fernández
Buenas noches.
Les comparto una pequeña entrevista realizada por mi compañera de letras Manoli Vicente Fernández para nuestro blog de escritoras Nosotras escribimos.
Espero que les guste y me conozcan un poco más.
Gracias.
viernes, 17 de agosto de 2018
¿Qué es añorar?
Vas sintiendo, poco a poco, cómo la alegría se apaga, la sonrisa se borra de la cara, el estomago se cierra de ese modo que tanto duele, el corazón susurra su nombre y la memoria proyecta un instante de cómo sería ese momento si estuviera aquí.
Añorar es sentir cómo mueres, poco a poco, de tristeza aun estando vivo y siendo consciente de que nada podrá ocupar ese vacío con el que tendrás que vivir, siempre.
©Orgav
viernes, 25 de mayo de 2018
El tiempo no miente
UN TEMA, VARIAS HISTORIAS: EL SECRETO.
TÍTULO: El tiempo no miente.
El tiempo se cruzó en mi camino, llevaba los brazos entrelazados a la espalda y un paso marcado.
-¡Secretos!- dijo parándose frente a mi cara, para luego desaparecer.
De pronto, me vi rodeada de máscaras tiradas por el suelo frente a un grupo de personas desconocidas con las que había compartido toda una vida.
©Orgav
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Imagen usada de Internet perteneciente a: The Closet Club.
miércoles, 23 de mayo de 2018
Viajando con el presente
Un tema, varias historias. Tema 1: Trenes.
Viajando con el presente.
No siempre fue así. Hubo un tiempo en el que, ni montar en triciclo como los niños grandes, ni ponerse los zapatos de papá o sus camisas, le ayudaba a ser feliz. Tal era su frustración que creció con la necesidad de alcanzar edades mayores, como si la felicidad fuese una cuestión de edad.
Con el pasado del tiempo, se dio cuenta que ya había que alcanzado, varias veces, aquellas edades añoradas y que, aun así, seguía sin ser feliz. Sentía que su vida había ido a varar en un vagón que no iba a ninguna parte, y sintió morir.
A pesar de estar aturdido por los acontecimientos, supo reflexionar: comprendió que la felicidad no estaba en su futuro y que, por culpa de su obsesión, tampoco formaba parte de su pasado. Comprendió que había pagado un billete muy caro al no disfrutar ni del viaje ni del paisaje y decidió que, desde ese mismo instante, comenzaría a vivir en un continuo presente, anexo entre un pasado que ya fue y todo lo que estaba por venir, mientras viajaba en el tren de su vida sin un destino fijo, sin edades...
©Orgav
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Imagen usada de Internet.
Letargo
Un tema, varias historias. Tema 1: Trenes.
Letargo.
Seca. Seca de ideas, de palabras.
La inspiración no me visita y me aturde su ausencia. La siento a mi alrededor pero
no la encuentro y ya no nacen historias...
Él está allí, en la lejanía de un papel en blanco, montado en el tren de la inspiración, esperando un destino incierto.
Solo es un personaje más, sin materia alguna.
Me mira y exalta con sus manos la distancia que nos separa, me hace entender que se siente encerrado en aquel tren sin rumbo.
Siente miedo a morir asfixiado entre un cúmulo de ideas interrupidas, inacabadas, que apestan, que le aplastan...
Me mira y lanza súplicas, mientras golpea con fuerza un cristal imaginario que solo existe entre las pocas partículas de realidad que hay entre su mundo y el mío.
Agotado, llora de rabia mientras musita su indignación. La impotencia le pesa y se deja caer entre los asientos del vagón.
Allí está, tirado en un suelo que no existe, cada vez más lejos de tener una vida, de tener un camino que seguir, de darle sentido a la levedad de su existencia...
-No puedo hacer nada por ti -le digo- estoy seca...
Y poco a poco veo como el tren se disipa en la lejanía... Sin destino definido.
©Orgav
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Imagen extraída de Internet.
Momentos que se sienten
Escribiendo con los cinco sentidos: Sentido del oído.
Momentos que se sienten.
¡Resulta tan agradable tomar café! Pero café con café, de ese que se toma sin prisas, sin programar.
Además del café, lo que me gusta es tomarlo contigo, escuchando la voz de tus palabras y nuestras risas.
Hoy, el sol nos ha acompañado. Ha venido con un comportamiento tímido, pero se ha atrevido a acariciarnos con sus leves rayos.
Mientras, una suave brisa nos ha alcanzado la melodía de una radio.
El cielo ha hecho su papel de fondo, regalándonos un ambiente de olor primaveral, con pájaros conversando.
La tarde decidió dejarse caer mientras caminábamos agarrados. Ha paseado junto a nosotros, con paso lento, como el susurro al arrastrar los zapatos. Nos ha dejado disfrutar de cada instante en medio de un tú y yo con aromas a restos de café.
Hoy ha sido una tarde de esas que tanto me gustan. Una tarde llena de historias y risas que me encantan escuchar y vivir, una de esas en las que, pese a no poder ver, puedo tocar y sentir la vida en todo su esplendor mientras guías mi camino. ¡Gracias!
©Orgav
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Imagen cogida fñde Google.
sábado, 10 de febrero de 2018
Clariesencia
Escribiendo con los cinco sentidos: Olfato.
Clariesencia
_ ¿Imaginas lo maravilloso que sería que pudíeramos regalar tiempo? Así, metido en su pequeña caja... con su lazada y todo... ¿Y que quien lo reciba pudiera usarlo sólo en aquello que le hiciese feliz? Yo lo invertiría en pasear por los campos de lavanda y dejarme envolver por su olor. Seguro que si aprendiesemos a usar más el corazón, lo conseguíamos- me decía mientras me apapachaba en su regazo.
Hoy te he vuelto a sentir y me ha invadido ese olor a lavanda que siempre me recuerda que no estoy sola y que debo ser feliz, por mí.
©Orgav
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Imagen sacada de Google.
Periódico ABC
jueves, 25 de enero de 2018
Sin cita previa
Nuevo relato con el que participo en el grupo de mujeres escritoras Nosotras escribimos.
Escribiendo con los cinco sentidos:
Tacto sedoso.
Titulo: Sin cita previa.
Fue en lo primero que me fijé. Su melena morena, brillante, captó mi atención. Me maravilló ver cómo se ondeaba a cada paso que daba y cómo bailaba en el aire cuando comenzó a correr.
La primera vez que lo acaricié y sentí cómo se deslizaba entre mis dedos, me emocioné ¡era tan sedoso! Como buen peluquero, sé disfrutar de esas cosas.
Llevamos tres días juntos y lo estoy pasando muy bien, aunque el mejor día fue ayer.
Al principio no le hacía mucha gracia y huía de mí pero después de muchas súplicas guerreadas, dejó de quejarse, dejó de chillar y de moverse. Al final del día pude disfrutar al 100% de su cabello, me relajó tanto que incluso me quedé dormido jugueteando con él. Y a ella también le ha gustado, yo sé que le ha gustado.
Hoy se lo he notado apelmazado, apagado, ya no resbala en mis manos. Se me ha ocurrido prepararle una sorpresa, voy a sacar mis mejores productos y se lo voy a lavar, seguro que le gusta. Estoy convencido que un buen lavado, enriquecido con algas, le puede devolver su "viveza..."
Derechos de autor sobre el texto.
©Orgav
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Opuesta polaridad
Nuevo relato con el que participo en el grupo de escritoras Nosotras escribimos.
Escribiendo con los 5 sentidos: tacto electrizante.
Opuesta polaridad.
La primera vez que me ocurrió me asusté muchísimo. Tendría unos 10 años o así.
A lo largo de mi vida se ha repetido en numerosos momentos, con diferentes personas y en distintos lugares, y en todos y cada uno de ellos, la misma sensación desagradable, ¡la odio!
Creo que empieza a provocarme un poco de ansiedad el tema, y es que ¡nunca sabes cuando va a pasar!
En alguna ocasión se lo he comentado al médico pero me ha puesta esa cara de ¿ésta es tonta? y luego se ha reído de mí diciendo que es algo sin importancia y que exagero...
Ahora voy en el coche camino del supermercado y no puedo evitar pensar en ello. ¡Y mira que voy preparada! Llevo todo lo que me han recomendado: he clavado una buena hilera de grapas en las suelas de los zapatos que, por supuesto, no son de goma y me he puesto ropa de algodón. También llevo una pulsera con una llave colgada para usarla llegado el momento.
Entro en el parking y me siento confiada. Compruebo que todo lo que necesito esté bien. Me bajo del coche, saco una moneda, la meto en el orificio para desenganchar el carro de la compra y, sin pensarlo demasiado, tiro de él con firmeza.
Contenta, percibo que todo va bien. Subo en el ascensor y entro en el supermercado. 10 minutos de paseo y todo va genial.
De repente, a mi espalda, una señora mayor me pide ayuda. Siento como el calor de su mano está a punto de tocar mi brazo y me giro con brusquedad impidiendo el contacto. La pobre señora se sobresalta y, con timidez, me pide que por favor le recoja el monedero del suelo; tiene "malas las piernas." En fin, suelto el carro y ayudo a la buena mujer, que me da las gracias muy insistente. De pronto he recordado los huevos, ¡tengo que comprar huevos! Busco mi carro, estiro una mano para empujarlo y ¡iZasss!! ¡El jodido calambrazo de las narices! ¡Lo odiooo!
©Orgav
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miércoles, 29 de noviembre de 2017
Cerrando el año con reflexión.
Porque hay años y años, y porque cualquier momento es bueno o malo para que todo cambie...
Hace un tiempo que me marché, me fui por la puerta chica, sin hacer ruido, despacio, casi de puntillas...
Sí, me marché con sigilo, pero no por miedo, sino para demostrarme que realmente no tenía demasiada importancia el cómo lo hiciese.
Con mi silenciosa despedida, me demostré muchas cosas, todas ellas esenciales:
- Me demostré que la distancia no acerca ni aleja a las personas. Que se puede estar muy cerca y a la vez muy lejos si no eres nunca la mejor opción.
- Me demostré que no todos pesamos lo mismo y, por lo tanto, no tenemos el mismo valor e importancia para los demás.
- Me demostré que, a pesar de todos los esfuerzos, nada cambiaría porque no dependía sólo de mí.
- Me demostré que nadie iba a actuar como yo deseaba, a pesar de que mis intenciones fuesen buenas.
- Me demostré que los años que sumamos junto a otras personas sólo es tiempo, y por consiguiente, el tiempo no es aval de ningún tipo de relación.
- Me demostré que el único aval que cuenta, pese a todo lo que ocurra, es el sentimiento, que, si es de verdad, pase lo que pase, nunca va a morir.
- Me demostré que ninguna relación progresa si no se pone interés y que si no existe reciprocidad, esa relación no merece más dedicación ni esfuerzos...
Con todo lo que me demostré, he aprendido varias lecciones:
- He aprendido que no debo insistir ni buscar, que será mejor dejarme encontrar.
- He aprendido que te busca quien verdaderamente te tiene en su vida y que te encuentra quien quiere que formes parte de ella.
- He aprendido que las migajas solo es el resto de algo que hubo y que ya no queda. Que las migajas de algo nunca será un ingrediente suficiente en ninguna receta.
- He aprendido que no debo esforzarme por hacer funcionar lo que no funcionaba desde el principio.
- He aprendido que a quien no le gustas no va a cambiar de opinión por muy bien que le trates, por mucho que le quieras complacer.
- He aprendido que nada se debe hacer por obligación ni por cumplir, solo hay que hacer aquello que nace del corazón.
- También he aprendido que nadie debe cumplir conmigo, que nadie me debe nada y, claro está, que yo tampoco.
- He aprendido que no tengo que perder el tiempo esperando que algo pase, si quiero que pase, hago que ocurra, porque esperar es vida pérdida.
- He aprendido que puedo querer a quien me quiso bien aunque no esté presente en mi vida, porque el mañana es incierto.
- Igual he aprendido que quien te quiere bien, querrá verte siempre feliz y que, hacerte daño, nunca será una opción.
- He aprendido que la decepción es una flor que florece rápido pero que no duele si la razonas, si la comprendes.
- He aprendido que la felicidad te la ofrece la vida, no las personas, y que puedes hacerte de ella en cualquier momento, porque no es una opción, sino una actitud...
- He aprendido que quererse uno mismo no tiene nada que ver con ser egoísta, porque quien sabe quererse a sí mismo, sabe querer a los demás.
- He aprendido que no hay que arrepentirse de nada, de ningún paso que hayas dado en la vida, porque todo ello te ha llevado a estar y ser quien eres hoy, con sus cosas buenas y no tan buenas.
- Y sobretodo, he aprendido que no debo cambiar nada de mí y que voy a seguir dando lo mejor de mí a quien se lo merezca.
He aprendido que la vida cambia de la noche a la mañana y que: "Nunca es tarde si se trata de aprender."
Verónica Orozco García.
Orgav.
lunes, 27 de noviembre de 2017
Amor verdadero solo hay uno
ESCRIBIENDO CON LOS CINCO SENTIDOS: SABOR DEL AMOR.
TITULO: Amor verdadero solo hay uno
El amor verdadero sabe a vida,
sabe a valentía y deseo,
sabe a nervios e incertidumbre.
El amor verdadero tiene hojas de calendario
y citas de agenda,
tiene rutinas que cumplir.
El amor verdadero huele a humanidad,
huele a ternura y a miradas,
huele a los besos más sinceros.
El amor verdadero tiene la voz más bonita y dulce que jamás vas a escuchar.
Tiene musicalidad, ritmo, alegría y miedos, todo junto...
El amor verdadero tiene olor
a grandes dosis de paciencia,
a muchas noches sin dormir,
a cansancio acumulado...
Al amor verdadero no le importa su ropa
ni su pelo, solo le importas tú.
Te lo da todo sin pedir nada y
rascar tiempo al reloj y a su vida
para seguir ahí, junto a ti.
El sabor del amor verdadero eres tú, mamá.
Mi Libro En Blanco Orgav
Limón, sal y tortas.
Aquí les dejo otro relato con el que participo en el grupo "Nosotras, que escribimos."
ESCRIBIENDO CON LOS CINCO SENTIDOS: SABOR SALADO.
TITULO: LIMÓN, SAL Y TORTAS.
Laura me ha dicho que tome zumito de limón. Dice que su abuelo, que es camionero, lo usa todas las tardes antes de ir a cantar al karaoke y que tiene una voz magnífica.
He pensado en ello y se lo he dicho a mamá pero dice que el limón es muy fuerte y que se come el esmalte de los dientes. Así pues no estoy muy convencida al respecto.
Érika dice que debo tomar mucha sal, que me va a ayudar mucho. Dice que ella, cuando va al cine, come muchas pipas con aguasal y que, al rato, nota un cosquilleo en la garganta y su voz es diferente.
Confieso que esta idea me llamó la atención pero, al comentarlo con mamá, me ha dicho que es una locura, que los niños no debemos tomar tanta sal, que podemos enfermar. Entonces me salió otra vez con lo de la paciencia, que aún tengo que crecer...
Mi hermano Roberto dice tener una solución, dice que, con un buen par de tortas, conseguiría mi propósito más rápido y, claro, que él está dispuesto a ayudarme cuando yo quiera...
¡Qué listo! El cabeza hueca se cree que voy a caer en su trampa.
En fin, estoy que no sé muy bien que voy a hacer... ¡Necesito que mi voz empiece a ser diferente! Me encantaría poder escuchar a la niña que está en mí y que se marche, de una vez por todas, este Marcos que odio con todas mis fuerzas y que me tiene atrapada...
Mi Libro En Blanco Orgav
jueves, 16 de noviembre de 2017
El amargo camino de la resiliencia.
Una nueva entrada con la que participó en el grupo Nosotras, que escribimos.
Ejercicio: escribiendo con los cinco sentidos, sabor: amargo.
Les muestro un poema con sabor amargo. Trata sobre la importancia de practicar la resiliencia y el duro camino que hay que recorrer.
El amargo camino de la resiliencia.
Hoy voy a dejar que duela,
voy a dejar que la herida escueza,
que sangre...
Voy a meter los dedos en ella.
Voy a llorar por cada palabra
y por cada silencio,
por los intentos y sueños frustrados,
por los años invertidos
y por el fracaso...
Sí, hoy voy a dejar que duela
mientras lloro.
Y voy a dejar, con estas palabras,
que el dolor se pronuncie
y que sean las lágrimas
las que acaricien mi cara,
mientras los recuerdos
retuercen mi cuerpo
en un duro abrazo...
Hoy voy a llorar
y voy a dejar que duela.
Lo haré por ti y por mí,
por el cariño
que aún nos procesamos
y por el respeto mutuo.
Pero sólo será por hoy...
Y si mañana me ves sonreír,
si ves un matiz de felicidad,
te pido que no me juzgues,
que respetes el modo en que elegí
llevar mi sufrimiento,
que entiendas que no existe egoísmo
en querer sobrevivir,
y que todos tenemos que
ser resilientes
para dejar marchar los demonios
que llevamos dentro.
Hoy dejo que duela mientras lloro...
©Orgav
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sábado, 11 de noviembre de 2017
Microcuento 23: ¿Qué pesa más?
Tenía los bolsillos cargados.
En un guardaba las piedras que le incomodaron, en algún momento,
el paso. En el otro llevaba unas mariposas que nacieron, en su interior, de los momentos más felices.
Un día se dio cuenta de que, dejándose llevar, la vida se veía más bonita desde las alturas.
©Orgav
Microcuento
Dejándome la piel
Escribiendo con los cinco sentido.
Sabor : UMAMI
Llevaba días con aquella idea pegada en mis dedos. La tenía presente día y noche; no la podía despegar.
Una mañana, en un estado de desesperación, casi de locura, pensé en ayudarme con la boca. Enganché la idea entre mis dientes y tiré y tiré, cada vez con más fuerza.
El último tirón fue tan fuerte que consiguí despegarla, también parte de la piel de los dedos. La idea salió lanzada hacia mi boca que, de la emoción, la tenía abierta, y fue a parar a la garganta.
Al tragármela noté un sabor diferente, intenso pero con un regusto delicioso; era lo que siempre había escuchado como el sabor umami de una idea. Lo reconocí al instante.
Desde entonces, lo que nació como una idea pegajosa, llegó a mi corazón y se convirtió en obsesión; en mi modo de vida.
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©Orgav
Imagen utilizada de Google.
Traicionera atracción dulce
ESCRIBIENDO CON LOS CINCO SENTIDOS: SABOR DULCE
- El congreso es a las cinco. ¿Te importa si me doy una ducha un momento y después nos vamos a comer?
- Claro, no te preocupes, hay tiempo- digo despreocupado.
-Entretanto, si quieres tomar algo, el bar tiene dos o tres cosillas.
Veo irse a Marta al dormitorio. Mientras, decido ir a curiosear el bar. Al fondo, la escucho hablar de ir a "Casa Nonno Paolo", que tienen un tiramisù delicioso. Sus palabras hacen mi boca agua al recordar el amargor del cacao puro y el café; entiendo que mi cuerpo ya ha dado su aprobación.
Cierro el bar y meto mis manos en los bolsillos; me veo sorprendido por el tacto suave del interior. Curioseo los cuadros y las fotografías del salón mientras escucho los pasos de Marta al otro lado del piso; el agua de la ducha empieza a correr.
En lo alto de una repisa, me llama la atención la fotografía de un hombre mayor vestido de capitán. El parecido con Marta es impresionante, deduzco que es su padre. Me dispongo a cogerla cuando, de pronto, un olor dulce me atrapa.
-¿A qué huele?- se me escapa en voz alta y, olvidándome por completo de la foto, siento la necesidad de ver de dónde procede.
Siguiendo el olor, llego al dormitorio de Marta. Está un poco desordenado; pequeños montones de ropa ocupan la cama. El olor me lleva a la entrada del baño y, sin llegar a entrar, veo, en el espejo, el reflejo de Marta. Está preciosa con su pelo suelto y su piel rosada. La observo. Pone jabón en su mano derecha y se lo extiende sobre su hombro izquierdo de un modo que, se me antoja, muy sensual. El olor es muy agradable; me atrae. Huele a chocolate y a almendras tostadas, a pastel. Me recuerda a las meriendas, cuando era pequeño, en casa de mis abuelos. La abuela hacía bizcocho y preparaba el cocholate para ponerlo por encima. Yo siempre rebañaba, con los dedos, el resto del cazo.
En medio de mi evasión, escucho:
- ¡Andrés!
Y, sorprendido, veo a Marta en la ducha con la cara desencajada, las manos separadas y una gota de aquel jabón colgando de unos de sus pechos.
Sin mediar palabra, me acerco a ella mirándola a los ojos y estiro mi mano derecha hacia a ella. Es entonces cuando mi dedo índice recoge, de forma golosa, la gota de jabón de su pecho y lo meto en mi boca:
- Lo siento- le digo como si nada-tengo hambre. ¿Te queda mucho?
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©Orgav
domingo, 29 de octubre de 2017
CORAZÓN SIN TARA.
La niña quería la mariposa. Enamorada de sus colores y de su forma de volar, se le antojó tenerla de mascota.
Caprichosa, no desistió de sus intentos hasta que logró atraparla. La mantuvo un rato entre las palmas de sus manos hasta que encontró un buen sitio para verla sin que se zafase.
Atrapada, la mariposa decidió salvarse haciéndose la muerta; se mantuvo tumbada e inmóvil.
Al abrir las mamos y verla así, la niña sintió un miedo atroz, su querida mascota podía estar muerta... Horrorizada, se lamentó, ¡ya no vería su bello y juguetón vuelo lleno de lindos colores...! Culpable, lloró deseando que se repusiera y prometió dejarla libre.
De pronto, la mariposa, tras ver el buen corazón de la niña, quiso hacerla feliz. Se zafó de sus manos y emprendió un débil vuelo que, poco a poco, fue recuperando toda su fuerza y belleza.
La niña, al ver la mariposa volar, soltó un suspiro de alivio y se sintió afortunada. Aquel día aprendió una importante lección: comprendió que no era necesario poseer la mariposa para disfrutar con ella y que, de ese modo, eran las dos libremente felices.
Texto redactado por Orgav.
Imagen tomada de Internet, galería pública de Google.
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© Orgav
jueves, 6 de julio de 2017
Microcuento n° 22 Cuando cuentas para alguien, salen las cuentas
Porque una y mil veces
me sumabas
y una y mil veces
me restabas...
Al final me dejaste
en medio de un problema,
sin resolver...
© Orgav
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Microcuento n°21 ¿Quién es el valiente?
Microcuento en 15
La mejor aventura es
la de aventurarse a vivir
la vida actual,
es adrenalina pura.
© Orgav
Todos los derechos reservados.
Microcuento n°20 Cualquier momento puede ser una aventura
Microcuento en 15
La aventura comenzó lenta
como la lluvía.
De pronto chocamos y
nuestras vidas pasaron volando.
© Orgav
Todos los derechos reservados.
miércoles, 5 de julio de 2017
Microcuento n°19 Cosas que se nos escapan entre los dedos
Un día me di cuenta
que no necesitaba
todo lo que tenía.
Después vino el tiempo
y asaltó mi vida...
Desde entonces, comprendí
que todo aquello que tenía
era lo único que necesitaba...
© Orgav
Todos los derechos reservados.
Microcuento n°18. Es doloroso dejar volar
El momento preguntó:
-¿Qué os ha pasado?
Y contestó:
-No he dejado de quererle,
he dejado de insistir...
Nos ganó la falta de interés.
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Entre tú y yo
Se secaron los días
quan hoja caduca.
Enmudecieron las risas
dejando, en su lugar, surcos.
Nuestros momentos
permanecen parados
en una agenda sin páginas libres.
Pero los recuerdos siguen...
Te sigo pensando,
a sabiendas qué el olvido acecha,
una vez más...
© Orgav
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No me quiero rendir
Hay veces en la vida en la que vemos como, poco a poco,se nos escapan las personas que queremos, que una vez quisimos (un amor, amigos...)
"No me quiero rendir" es un poema con el que, el personaje (cualquiera), intenta agarrarse a lo poco que queda de una historia, esperando que estas palabras sean la garra suficiente...
Título: NO ME QUIERO RENDIR.
No quiero olvidarme de ti.
No quiero olvidar lo nuestro.
No necesito que se acabe para saber lo que perdí.
Necesito olvidar lo que tú no eres,
necesito olvidar lo que te hizo cambiar,
lo que nos quitó lo nuestro...
Necesito recuperar la esencia.
Volver a empezar es imposible
pero continuar como empezó
puede ser una solución.
Necesito que me necesites,
cómo yo te necesito,
para seguir luchando por ti.
Quiero formar parte de tus minutos,
quiero ser los días de tu calendario,
quiero ser quien cuente los años
llenos de risas y de momentos.
No puedo seguir esperando...
Siempre nos faltó ese café suplicado,
ese abrazo pensado
de la última vez que te vi.
Quiero Ser...
Quiero que Seas...
Quiero que Seamos...
No me quiero rendir.
Todos los derechos reservados.
© Orgav
martes, 28 de marzo de 2017
Pájaros en la cabeza.
Una semana más, un nuevo relato para el grupo Nosotras escribimos.
Un relato sencillo que te hará reflexionar sobre la perspectiva de la vida desde dos prismas diferentes: los adultos o niños. ¿Quién tiene pájaros en la cabeza?
Espero les guste.
Imagen n°10
Título: "Robin" de Truls Espedal.
Título del relato: Pájaros en la cabeza.
¡Qué pesados son los mayores! Me pregunto qué tendrán en sus cabezas...
Se pasan todo el día pendientes de las obligaciones, incluso me han mandado un montón de ellas con la excusa de que tengo que llegar a ser una persona de provecho: que si debo hacer mi cama, que si una señorita que se precie debe cepillarse el pelo, que si debo mantener mi ropa limpia, que si mi habitación debe de estar ordenada, etc.
Creo que los mayores no comprenden lo complicado que es ser niño, ¿de verdad lo fueron? No sé yo... El único que me entiende es abuelo Robin, ¡seguro que él sí fue un niño! Pero el pobre es tan viejo que no creo que lo recuerde. Abuelo siempre le dice a mis padres: ¡Dejad a la chiquilla que se divierta, tiene edad de ello!
Y es que no comprenden, por ejemplo, que no puedo estar perdiendo el tiempo en cepillarme el pelo; para ganar la batalla al enemigo necesito llevar mis trenzas, así es como mejor se lucha. ¿Y cómo creerán que puedo mantener mi ropa limpia si tengo que estar enfrentándome a terribles dragones y rescatando a príncipes y caballeros en apuros?¡Eso es imposible!
Lo de la habitación ordenada es el remate de los tomates. Que me expliquen cómo se puede construir un fuerte que te proteja de los tiranos, los hechiceros y de los días de tempestad y tener la habitación ordenada ¡No se puede, de verdad! Con la de horas y cosas que se necesita para construir un fuerte perfecto que no se destruya con el más mínimo temblor de la batalla.
En fin, pienso que los mayores nunca serán personas de provecho con esas ideas, ¡si hasta hacen la cama todas las mañanas para deshacerlas otra vez por la noche! La verdad... yo no los tendría en mi batallón.
© Orgav
Todos los derechos reservados.
miércoles, 22 de marzo de 2017
Tiempo, el mejor de los legados
miércoles, 15 de marzo de 2017
Remendando almas
miércoles, 8 de marzo de 2017
Por una amiga, lo que sea.
sábado, 4 de marzo de 2017
Ilustraciones en 3D
Buenas amigos seguidores, hoy les dejo unas práctica de ilustraciones en 3D, desde figuras geométricas, hasta letras y otras cosillas.
Espero que les guste.
También me pueden seguir en Instagram: Portafolio_ Orgav.
Imágenes registradas con derechos de autor.
Ilustraciones Orgav
jueves, 2 de marzo de 2017
La sesión
miércoles, 22 de febrero de 2017
Resiliencia
En manos del destino
Esta semana les traigo dos nuevos relatos con los que participó en el blog de Nosotras, que escribimos.
Aquí les dejo el segundo, espero que lo disfruten.
Saludos.
Relato 2 de 2.
IMÁGENES 4 (OTRA MARGARITA) Y 5 (PASEO A LA ORILLA DEL MAR)
PINTOR: JOAQUÍN SOROLLA
RELATO: En manos del destino.
AUTORA: ORGAV
¡No voy a llorar más! Repito en mi cabeza una y otra vez mientras salgo, sigilosa, de aquella inmunda casa. Los días de encierro y desesperación han terminado.
Ahora, en una modesta habitación de hotel, tengo conmigo todo lo que necesito: unas viejas prendas, dos cuadros y mi libertad. Estos cuadros son muy importantes para mí, sus imagenes son muy simbólicas, me ayudan a seguir; una de ellas me recuerda el infierno en el que he estado atrapada estos últimos cinco años, la otra me permite tener presente por lo que debo luchar…
He escapado de las garras de un ser zafio, un ser con un corazón enjuto... Yo no era otra cosa en su vida más que una adquisición valiosa de la que badajear con sus amigos; después me tenía encerrada en aquella habitación. El cuadro de la mujer vestida de negro es una metáfora de mi vida a su lado; siempre sometida... castigada... pendiente de condena…
Quiero volver a encontrarme conmigo misma, coger las riendas de mi vida, ser libre… feliz. El cuadro de las mujeres vestidas de blanco me recuerda quien soy y quien fui antes de que él apareciese en mi vida. Me trasmite la fuerza que necesito para volver a empezar.
No tengo miedo a lo que esté por venir porque sé que él recibirá su castigo. Tarde o temprano encontrará, en la bodega, la botella de whysky que dejé preparada…
© Orgav (Verónica Orozco García)
Relato registrado.
Todos los derechos reservados.
jueves, 16 de febrero de 2017
El infante
Aquí les dejo el tercer relato escribo para el grupo Nosotras escribimos cuyo blog es Nosotras, que escribimos.
Espero que les guste.
Un saludo.
Imagen 3. "Escena de Noche" de Pedro Pablo Rubens.
Título: El infante.
Aquella tarde, papá se enfadó conmigo. Regresé a casa con los pantalones rasgados y llenos de barro. Le dije que había sido un soldado de tierra que salvó su vida y la del pelotón gracias a las trincheras, pero él no lo comprendió. Inquirió el porqué de mi comportamiento y no supe que más decir. Me recriminó a voces mi aspecto y el de mi ropa y se marchó, no sin antes darme un bofetón...
Papá no me entendía. Siempre me miraba con ojos extraños y con aquella expresión de rabia, era como si me culpase de algo... Desde que mamá se marchó, creo que dejó de quererme...
Con abuela todo era diferente. Mi vida era diferente... Entré en el salón y allí estaba ella, sentada en la mecedora junto a la ténue luz de una vela. Entre sollozos, me acerqué a ella y la besé.
Sus dedos pulgar, índice y corazón envolvieron mi barbilla y, con aquella dulzura que le caracterizaba, levantó mi cara. En medio de un amago de seriedad, me miró a los ojos y me dijo: "querido, cada día estás más hermoso y más cerca de ser todo un caballero". De seguida, aquella fingida seriedad se rompía con nuestras risas, mientras me apapachaba en su regazo...
Abuela me recordaba a la primavera. Ella siempre olía a flores, a jazmín y azahar... a suave lluvia mañanera... La piel de sus manos era fina, de tacto como la seda y emanaban un calor reconfortante. Cada vez que me acurrucaba entre sus brazos, me hacía sentír seguro, querido... en paz con el mundo. Me hacía olvidar cualquier mal que me hubiera podido pasar...
Tras los besos y los arrumacos, me dijo que fuese a por unas velas y que me sentase a su lado y sin dudarlo, cumplí mi cometido. Entonces, se llevó la mano al bolsillo de su delantal y me dijo: "vamos a ver que tenemos hoy por aquí..." De seguido, sacó la mano bien cerrada, como si no quisiese que se le escapase algo. ¿Estás preparado?- me preguntó- y yo, emocionado, le contesté que sí. Cuando abuela abrió su mano, comenzó la magia...
Abuela no tenía nada en sus manos pero, a su vez, lo tenía todo para mí... Cada tarde, a la caída del sol, con el pretexto de hacerme olvidar las penas endosadas o con la simple intencion de pasar un rato juntos, buscaba en su bolsillo una aventura que contarme, una nueva historia que vivir...
© Orgav (Verónica Orozco García)
Todos los derechos reservados.
domingo, 12 de febrero de 2017
Microcuento 17°. La lluvia
Día de ventanas grises,
de sonidos arítmicos que mojan.
Cálido regazo del que cobija,
colorida estancia, su compañía.
Microcuento "La lluvia" (Sinestesia)
© Orgav (Verónica Orozco García)
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jueves, 9 de febrero de 2017
Microcuento 16°. Saber elegir tus victorias
Sapo no quiso ser príncipe. Prefirió conquistar a la princesa, besarla y convertirla en rana.
Fueron felices
Microcuento Orgav
Microcuento 15°. Huellas de amor
Abrió su mano y, entre risas, dejó escapar el más bello de los besos nacido de sus labios.
Aún lo siento.
Microcuento Orgav
miércoles, 8 de febrero de 2017
Microcuento 14°. El Yo
Ver su reflejo en el espejo le enseñó a reírse de sí mismo, luego, del resto del mundo.
Microcuento Orgav
martes, 7 de febrero de 2017
Microcuento 13°. Felicidad, divino tesoro
No era ni como el rico que más tenía, ni como el pobre que sólo se lamentaba, él era feliz.
Microcuento Orgav
El poeta pobre más rico del mundo
Se codeó con la alta y baja sociedad y cada uno de ellos tiraban de él para llevárselo a su terreno. Terminó tan aturdido que no comprendía dónde debía de estar.
El destino le enseñó que debía alejarse de lo que no era y de lo que no quería ser, y que de ese modo se descubriría así mismo.
Desde aquel momento comprendió que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita y que no es más pobre que él que solo se lamenta. Comprendió que él era muy afortunado por tener sólo lo poco que le hacía muy feliz...
Relato corto: El poeta pobre más rico del mundo.
Autora: © Orgav (Verónica Orozco García)
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lunes, 6 de febrero de 2017
Los 5 destinos de la vida
Aquella mañana se despertó sin ganas de mucho... Había tenido, una vez más, aquel sueño y aquella sensación que le auguraba cambios. Comprendió que había llegado el momento, que era hora de dejar aquel lugar.
Se despidió de todo lo que allí quedaba. Sabía que ese iba a ser uno de esos viajes que no necesitaban equipaje.
Fuera, el sol hacia brillar su rosada y desnuda piel. Y una suave y cálida brisa arremolinaba, lentamente, las hojas de aquel árbol que, por un tiempo, le había dado cobijo. Las hojas, ahora juguetonas, empezaron a aferrándose a su cuerpo formando un manto y ella, ligera cómo una pluma, levitó entre los árboles de aquel lugar y se dejó llevar, una vez más, por la fuerza del destino...
Relato corto. Los 5 destinos de la vida.
© Orgav (Verónica Orozco García)
Todos los derechos reservados.