La amistad, si es verdadera,
es como un árbol centenario
que por muchos años que pasen
le sustenta sus raíces.
(Orgav. Verónica Orozco)
Amistad distanciada (Orgav)
Mi mente proyecta miles de recuerdos sobre ti
y me embarga la felicidad de tenerte
por un instante, cerca de mí.
La niña que un día fuiste,
le da la mano a la mujer que soy
y con sus juegos
me hace volver a ser aquella niña.
La niña a la que recuerdo
un día la vi llorar.
Un día se despidió con besos infantiles
pero con dudas de mujer
y me dijiste "¿Cuándo te volveré a ver...?"
La distancia separó nuestras manos
y con ella se separaron nuestras vidas,
nuestra infancia, nuestra juventud...
Hoy siento que estoy llegando a edad madura
y que me faltas tú.
No te he visto enamorar
ni te he visto sufrir,
y en consecuencia tampoco lo has visto de mi,
pero al menos la distancia nos permitió escribir
y como consecuencia tenemos
cartas llenas de batallas y de amor infantil.
Nos hemos perdido crecer juntas...
Yo, convertida ya en mujer madura,
que mil pasos he dado...
y en este largo recorrido,
amiga... no te he encontrado.
Muchas veces te busqué,
y tu nombre en mi boca
mil veces ha sonado,
pero el destino, caprichoso enemigo,
con la distancia nos ha enfrentado.
Hoy siento que el tiempo pasa
o más que pasar,
que se escapa...
lo que ayer sabía de ti,
hoy está lleno de ignorancia.
Y permitiéndome un inciso
en éste mi sufrimiento,
amiga... con este relato te digo
que por mucho tiempo que pase,
por mucha distancia que nos separe
y aunque mi corazón se haga viejo,
tú, tu nombre y tu recuerdo
siempre estarán presente
porque los alimenta el amor verdadero.
Para una amiga que recuerda y busca a otra amiga
Para ti Raquel Vazquez Martins, donde quieras que estés.
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