Él tenía todo lo que deseaba en el mundo.
Había trabajado duro para construir su castillo, su precioso castillo, con su adorada Reina y sus tesoros. ..
Ella, la Reina, con su aliento frío, con su egoísmo por persona, todo lo destruyó sin pensar más que en su propia vida, ese mundo oscuro en el que nació.
No se paró a pensar que estaba rompiendo en mil pedazos un corazón que aun latía enamorado por ella.
Él regresó a los brazos de aquellos que le dieron la vida, los que le vieron crecer.
Desde allí se lamenta de lo que el frío le arrancó e intenta curar sus heridas.
Ella volvió a su mundo frío y oscuro, llenos de sombras con las que es feliz, sin ver nada, sin querer ver nada....
Dedicado a un buen hombre, A.
Escrito por Orgav ( Verónica Orozco García)
Todos los derechos reservados por el autor.
Imagen adquirida de Google.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué es lo que más gustado esta entrada?
Sería un placer contar con tu ayuda para compartir este contenido en las redes social. Muchas gracias por tu apoyo.