De pronto, inundas mis pensamientos.
Siento nacer la necesidad de besarte
y me desborda el cuerpo de deseo
y me pregunto...
¿cómo será que tú me ames?
¿a qué saben tus besos?
¿a qué jugaran tus manos con mi pelo?
Quiero besarte pero no te tengo.
Quiero ponerme tu camisa,
dejarme acariciar por su seda.
Quiero sentir cómo ama tu corazón.
Seguir el ricto que acompasan nuestros cuerpos.
Quiero poder enredar tus cabellos entre mis dedos.
A veces me pregunto si eres real,
si tu ojos, aquellos que un día me miraron,
existieron.
Quiero que tu corazón me ame,
que tu voz evoque otra vez mi nombre,
quiero que tus brazos se aferren a mi cintura
y que tus labios silencien mis pensamientos.
Quiero, entre las sábanas, perder la cordura,
sentir que por tu amor enloquezco,
descubir cada mañana que amaneció,
y el lunes no era lunes, sino que era matres,
burlando así, con nuestro amor, el tiempo.
Quiero seguir soñándote,
imaginar que te tengo,
acariciar tus montañas desnudas
y sentir en mi cuello tu aliento.
Quiero sentir tus placebos gemidos
cuando mis manos están en tu encuentro.
Quiero seguir soñándote,
Seguir imaginado que te tengo.
Orgav.
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